May 2012


Desde la asamblea de Izquierda Unida de Villaverde del Río queremos manifestar nuestro más absoluto rechazo a los recortes presupuestarios aplicados por el gobierno de la Junta de Andalucía cediendo sin resistencia alguna a las exigencias del gobierno central. En esta misma línea se han posicionado las Federaciones de Servicios Públicos de CC.OO. y UGT.
El gobierno de la Junta de Andalucía acata las políticas de ajustes.
Este primer paquete de ajustes a las cuentas públicas de 3.500 millones de euros más los 300 millones adicionales que trae de vuelta la Consejera de Economía tras someterse a la supervisión del Ministerio de Hacienda, significan muchas cosas y todas malas. Por más que digan los responsables políticos de la Junta que han dejado intacto el gasto social, como la sanidad y la educación, la envergadura del recorte hace que en la práctica no quede títere con cabeza, y pronto veamos las consecuencias de las políticas de austeridad en estos derechos básicos para las familias trabajadoras. ¿Cómo se puede pensar que no va a haber repercusión cuando el grueso del tijeretazo, 770 millones de euros, proviene de rebajas salariales, especialmente de los interinos, a los que se les reduce también la jornada laboral, mientras se aumentan las horas lectivas a los profesores con plaza?. Estas medidas, que no tienen nada que ver con una política de izquierdas, traerán rebajas en la calidad de la enseñanza y la sanidad pública y son un ataque a los derechos laborales y salariales de los trabajadores. Uno más que se suma a la batería de ataques salvajes a la sanidad y la educación pública decretados recientemente por el PP y que, lamentablemente, también van a ser aceptados y aplicados sumisamente por la Junta. ¡Qué diferencia con la ejemplar respuesta en forma de movilizaciones y luchas que están protagonizando estudiantes, padres y profesionales del sector público para defender unos derechos que tanto han costado conseguir!.
IU apoya y justifica los recortes
En Villaverde del Río y en otras asambleas, ya advertimos de las contradicciones y peligros que suponía un gobierno de coalición con un Partido Socialista cuyos máximos dirigentes han demostrado por activa y por pasiva que no tienen ninguna intención de luchar contra los recortes, que aceptan la lógica del sistema capitalista, la tiranía de los mercados, los sacrificios y sufrimientos de los de abajo para garantizar los negocios de banqueros y empresarios.
Las contradicciones de sostener un pacto de semejantes características con el PSOE no se han hecho esperar. Los diputados y la dirección andaluza de IU se han encontrado con el problema de los recortes presupuestarios como primer punto del orden del día, y han tomado la decisión, por su cuenta y riesgo, de apoyarlos e incluso justificarlos. Unas decisiones trascendentales que arrastran a toda la organización. Sin embargo, uno de los argumentos que más hemos escuchado entre los valedores del acuerdo de gobierno con el PSOE es que “sólo desde dentro es posible garantizar que se ejecuten aquellas políticas de nuestro Programa que consideramos centrales para la resistencia frente a la dictadura del capital” (Resolución política del Comité Central de PCA). Las medidas de ajuste aprobadas con la colaboración de la mayoría de diputados de IU suponen hacer lo contrario de lo que acabamos de leer. Pero no es sólo la resolución del PCA. En todos los documentos programáticos, congresuales, en el programa electoral, lo que dice Izquierda Unida es que defiende una política alternativa a los recortes capitalistas y que se compromete a luchar contra ellos en los parlamentos y en la calle. ¿Cómo es posible que esta máxima programática, esta cuestión de principio, el ADN de IU, como decían algunos antes de las elecciones, se haya derrumbado a los pocos minutos de tocar poder?. Y desde luego, ¿bajo qué autoridad, un grupo de compañeros y compañeras, decide prescindir del programa político de IU y del PCE consensuado y aprobado por el conjunto de estas organizaciones?.
Los recortes y los ataques a los derechos de los trabajadores responden actualmente a los planes trazados por la burguesía internacional y los poderes financieros para mantener su tasa de beneficios. Aprobar y aplicar estos planes significa ser cómplice de esta política y de los intereses de la burguesía, la banca y el FMI. Lo que está haciendo IU en el parlamento y el gobierno andaluz participando en estas políticas reaccionarias no es “resistencia frente a la dictadura del capital”, sino abierta colaboración con él.
La forma en que se está produciendo este paso decisivo hacia la aceptación de las políticas más agresivas del capital no es menos lamentable. Las voces más autorizadas del grupo parlamentario de IU han calificado los recortes como “dolorosos pero necesarios” y plantean que estos ajustes vienen impuestos por los objetivos de reducción del déficit decretados por el gobierno del PP. Sobre la responsabilidad de la derecha política y económica en este robo no nos cabe la menor duda. Pero la cuestión central es que los compañeros, en su afán por justificar lo injustificable, recurren a los mismos argumentos que están utilizando Rajoy, Cospedal, Aguirre, Artur Más, y toda esta cofradía de funcionarios al servicio del capital para desmantelar los derechos laborales y sociales de los trabajadores.
Una alternativa de lucha a las políticas de recortes
Reivindicar el mantenimiento de los derechos laborales y los servicios públicos de calidad supone enfrentarse a todos los recortes y ajustes, provengan de donde provengan y los apruebe quien los apruebe. Esto es lo que esperan los trabajadores del comportamiento de los partidos de izquierda y de los sindicatos de clase, y no entienden, ni pueden entender que los recortes del PP sean malos y los de la Junta se justifiquen “por imperativo legal”. Esta es la razón por la que miles de trabajadores y jóvenes han cerrado el paso a la derecha en las pasadas elecciones autonómicas, para detener esta políticas contra los más débiles, y no para que el gobierno de izquierda las ponga en marcha.
Los recortes no pueden ser “mejor gestionados”. O se aplican o se lucha contra ellos. Y esto último es lo que tienen que hacer los diputados de IU y el conjunto de la organización. Declararse en rebeldía frente a los intereses del sistema y los objetivos del déficit, desenmascarar las mentiras del PP y de los capitalistas para hacer que los trabajadores paguen la crisis por la vía de los recortes y aumento de impuestos y ponerse al frente de la maravillosa contestación social que está provocando en todos los sectores las propias políticas de ajuste, ¡incluidos los trabajadores de la Junta!. Es decir, la política revolucionaria, anticapitalista y combativa que defendíamos antes de las elecciones.

Hace casi dos meses que el SAT junto a un grupo de trabajadores del campo ocuparon las tierras de labor conocidas como “Somonte”, una finca de 400 hectáreas situada en el término municipal de Palma del Río en la provincia de Córdoba. Mientras la Junta de Andalucía pretende vender estas tierras públicas a inversores que no aportan ningún valor añadido y que a la postre se dedican a especular con las explotaciones agrícolas y acceder a las subvenciones comunitarias, los obreros reclaman su derecho a cultivar ellos mismos los terrenos y ponerlos en producción en condiciones óptimas para que muchas familias jornaleras de la comarca pudieran trabajar durante gran parte del año. El objetivo de estos trabajadores es convertir estas tierras de secano que no ofrecían un solo puesto de trabajo en una inmensa huerta, donde la introducción del regadío mediante un pantano cercano, posibilite el cultivo y la producción en cantidad y calidad de alimentos hortofrutícolas.

Este es el delito que estos obreros del campo han cometido: intentar desarrollar la riqueza agrícola del campo andaluz que los propietarios rentistas, tanto la Junta como la burguesía rural han sido incapaces de acometer durante años. En lugar de potenciar y ayudar económica y administrativamente la iniciativa emprendida por los jornaleros, la Consejería de Agricultura ha denunciado la ocupación, demostrando una vez más los lazos que unen la política del PSOE con los intereses de los capitalistas cazasubvenciones.

En la madrugada del 25 al 26 de Abril, por orden de la subdelegación del gobierno en manos del Partido Popular, un ejército de policías y guardias civiles desalojaron a los ocupantes por la fuerza. Sin embargo los trabajadores no se han echado atrás. Han vuelto a ocupar las tierras demostrando su firme determinación por hacerse cargo de las tierras y transformarlas en explotaciones productivas, viables, donde los jornaleros puedan trabajar en las campañas agrícolas y donde la producción se realice con las modernas técnicas pero en plena armonía con la naturaleza.

Estamos convencidos que luchas revolucionarias como las que está protagonizando el SAT y los obreros de la comarca cordobesa en la finca “Somonte” son la única forma de enfrentarse a las insoportables condiciones en las que se desarrolla la actividad agrícola en Andalucía bajo el dominio de la propiedad privada terrateniente y la imposición de los mercados capitalistas. Un desempleo crónico, convenios que no se cumplen, bajos salarios, explotación hasta el límite de la mano de obra local e inmigrante en campañas como la naranja y la aceituna, baja calidad de los productos por la introducción de las semillas artificiales y centenares de miles de pequeñas explotaciones en vías de extinción por las deudas y los bajos precios que impone el mercado, este es el panorama y el futuro que nos ofrece el campo en manos de la burguesía y sus cómplices políticos.

Contra este sistema de opresión y especulación se han rebelado los jornaleros en “Somonte”, poniendo las bases de lo que tiene que ser y será la Reforma Agraria en el campo andaluz: expropiación sin indemnización de los grandes latifundios, ponerlos bajo el control directo de los trabajadores y sus organizaciones y un programa de inversiones público para transformar este inmenso territorio en campos de labor donde haya empleo digno para el que lo necesite.

Exigimos al nuevo gobierno de la Junta de Andalucía que cese el acoso a los trabajadores, retire la denuncia e inicie el procedimiento de entrega de la tierra a los trabajadores con la máxima colaboración para su modernización productiva. Para este logro llamamos especialmente a los compañeros/as de Izquierda Unida, miembros del gobierno, a los órganos de dirección de IU en toda Andalucía, a todas las asambleas y a todas las organizaciones que compartan un programa revolucionario y anticapitalista, para que defiendan consecuentemente dentro y fuera del gobierno autonómico y del arco parlamentario la ocupaciones de tierra como la de “Somonte”, que no es otra cosa que la realización en la práctica del propio programa comunista y de Izquierda Unida.

Llamamos a los compañeros/as de IU que aprueben ésta u otras resoluciones de apoyo similares en sus respectivas asambleas y las envíen inmediatamente a las direcciones provinciales y andaluzas y al directamente al gobierno de la Junta, una vez constituido. Llamamos finalmente a todos los compañeros/as a participar directamente en la ocupación de la finca, hombro con hombro con nuestros hermanos de clase.

Villaverde del Río, 1 de Mayo de 2012

¡Apoyo a la ocupación de “Somonte” por los jornaleros!

¡El primer paso de la Reforma Agraria de los trabajadores!