El desempleo y la falta de actividad económica que sufren nuestros pueblos en el medio rural alcanzan tintes dramáticos con la llegada de los meses de Julio y Agosto, donde no hay campañas agrícolas y prácticamente desaparecen las pocas peonadas de las que se valen muchas familias para subsistir. No hay trabajo ni en le campo ni en la construcción y centenares de familias, de jóvenes parejas con hijos, sin empleo y entrampadas en una hipoteca, no saben cómo van afrontar este verano. Multitud de unidades familiares con todos los miembros en paro no tienen ni para pagar la luz, ni el agua y mucho menos para pagar las hipotecas o los alquileres. Esta es la situación general que se agrava en estas fechas y que conocen tan de cerca los alcaldes y los Ayuntamientos.

 

Porque este es el tema en cuestión. Esta legión de necesitados, de desesperados, a donde acuden en masa es a los Ayuntamientos, a la administración más cercana que es precisamente la que menos recursos tiene, por no hablar de las deudas y la situación económica insostenible de muchas entidades locales. Mientras los miles de Diputados, Consejeros, Delegados, Directores, etc de la administraciones provinciales, regionales y estatales, que no saben lo que es recibir esta presión se van tan graciosamente de vacaciones para iniciar el nuevo curso político en Septiembre, los alcaldes y concejales de los pueblos tienen los Ayuntamientos y las instalaciones municipales llenas de personas que piden e incluso suplican un puesto de trabajo, un contrato de unos días, para pagar el alquiler y que no lo echen de su casa, para que no le corten la luz o simplemente para poner un plato de comida en la mesa.

 

Esta es la terrible realidad que todos conocemos. Los Ayuntamientos y sus alcaldes a la cabeza, son los parias del estado burgués que, especialmente en esta época de crisis, utiliza las administraciones locales como parapetos, como línea de choque para mantener a raya y absorber el impacto de tanta familia necesitada y en paro.

 

Nosotros en Villaverde del Río denunciamos este sistema y esta situación. Denunciamos el papel al que se ha relegado a los Ayuntamientos y sus regidores. Pero al mismo tiempo llamamos a la rebelión contra este estado de cosas. Los Ayuntamientos, y en particular, los gobernados por una fuerza alternativa como Izquierda Unida no podemos convertirnos en “gestores responsables” del sistema que nos limitamos a decirles a la gente que “la cosa está muy mala”, que el Ayuntamiento no tiene dinero y no puede socorrerles.

 

En lugar de diques del descontento social, nosotros, los Ayuntamientos y sus alcaldes y concejales tenemos que ser cauces de las reivindicaciones más esenciales de nuestros vecinos, que no son otras que empleo, vivienda, y unas condiciones dignas de vida.

 

Nuestra tarea fundamental en este momento no está dentro de los Ayuntamientos, de las instituciones, sino fuera. Hay que organizar a los parados y paradas de nuestras localidades, presentarles un plan de lucha y comenzar las movilizaciones en el mes de Julio, haciéndolas coincidir, al menos la más importante con el movimiento del 15-M, de los indignados que se ha convocado para el día 25 de Julio.

 

Hacer un llamamiento en nuestros pueblos a todos los parados y necesitados para que defiendan con la lucha su derecho a aun puesto de trabajo o a una prestación digna mientras encuentra empleo. Estas son dos reivindicaciones básicas que debemos propones a la asamblea, a la organización de los parados en cada pueblo: movilizarnos, manifestarnos masivamente exigiendo al estado y a las administraciones autonómicas, que son las verdaderas responsables de todo lo que está ocurriendo y que tienen los medios económicos, planes anuales de inversión y empleo para los desocupados, como los planes 8.000 y 5.000, pero donde realmente se contraten a los parados, y aprobar una prestación básica de subsistencia para todas las unidades familiares que se encuentren en paro.

 

Estas reivindicaciones y otras que puedan aportarse serán la fuerza y el aglutinante para aunar a los trabajadores desempleados y a los trabajadores en general a la lucha. No tenemos un duro y les ofrecemos lo que tenemos: un Ayuntamiento que se pone a la cabeza de la población para luchar por sus derechos.

 

Una lucha y un llamamiento que hay que ampliar a las organizaciones sindicales, juveniles y vecinales de la localidad. Esto es lo que proponemos desde Villaverde a todos los compañeros, alcaldes y concejales de Andalucía.

 

¡Organicémonos, pongámonos en marcha y a la lucha!