enero 2011


Recientemente Izquierda Unida presentó ante el Pleno del Ayuntamiento una propuesta para continuar las obras de los pisos y contratar a los oficiales y peones parados de la localidad en la terminación del edificio. Una vez más, el gobierno PP-PSOE votó en contra y dejó claro con su actuación el carácter antisocial de su política y los tratos por debajo cuerda que mantiene con la constructora, a costa de los jóvenes y los trabajadores con necesidades de vivienda.

 

La moción de IU plantea lo que, a nuestro juicio, es en la actualidad la única posibilidad de la pronta reactivación de las obras de construcción de los 58 pisos: La expropiación del suelo y de los pisos, es decir, terminar el proyecto a través del Ayuntamiento, y ponerlos a disposición de los demandantes de vivienda a precios y en condiciones asequibles. Recordaremos que el solar sobre el que se ha edificado la estructura era propiedad del pueblo. Se trataría de revertir a propiedad municipal el solar y devolver los 680 mil euros que la promotora pagó por ellos. Decir que la empresa debe al Ayuntamiento una cantidad similar por varios conceptos, entre ellos, la destrucción de la calle en todo el perímetro del bloque para hacer la cimentación. Por cierto, tanto la alcaldesa como el concejal de urbanismo del PP, se niegan reiteradamente a exigirle a la empresa que, igual que cualquier vecino, pague y deposite estas cantidades en al cuenta del Ayuntamiento

En definitiva, es una medida perfectamente legal teniendo en cuenta que la promotora, Guadasol Inmuebles y Construcciones, ha incumplido el pliego de condiciones por el que se le adjudicó la compra del terreno, que establecía un plazo máximo de 24 meses para concluir las viviendas. Por no hablar de que la empresa, en la práctica, ha abandonado el proyecto de viviendas, supuestamente de VPO, y ante la necesidad de vivienda social que persiste entre los jóvenes y las familias trabajadoras de nuestro pueblo, un Ayuntamiento no puede permanecer de brazos cruzados

Medidas contra el paro

El que el Ayuntamiento se haga cargo de la terminación del proyecto abre unas enormes posibilidades para el empleo en Villaverde y para mover la economía local. Nuestra propuesta es llevar a cabo las obras con oficiales y peones desempleados de nuestra localidad, desarrollar las distintas partidas del proyecto, cerramiento, instalación eléctrica, fontanería, solería, revestimientos, aluminio, cristal, madera, etc, con los centenares de profesionales locales que estén en paro y atendiendo, de manera democrática y transparente a unos criterios de selección, del orden de entrada de los trabajadores y del tiempo de contrato aprobados por los propios trabajadores. Se trata de repartir el trabajo de la forma más justa, contando con la voz y la participación de los  trabajadores parados de nuestro pueblo, respetando los salarios y las condiciones laborales recogidas en el convenio y al mismo tiempo, desarrollando una productividad en la ejecución de las obras que permita al Ayuntamiento ofrecer los pisos en unos precios y unas condiciones de pago al alcance de los jóvenes y los trabajadores.

En el último Pleno del Ayuntamiento de Villaverde Izquierda Unida propuso la creación de una comisión municipal donde estén representados los vecinos de las zonas y calles afectadas, para preparar con antelación las medidas y las soluciones oportunas ante las crecidas del río y contra el embalsamiento de agua, es decir, la elaboración de un Plan de emergencia.

En el mes de Diciembre varias calles y zonas de nuestro pueblo se vieron  afectadas por la riada, causando importantes daños a particulares e instalaciones públicas. Lo cierto es que, a pesar de que estamos ante una situación grave que ya padecimos el pasado año, no existe en el Ayuntamiento ningún Plan de emergencia elaborado. Ni siquiera un protocolo de actuación y coordinación de los distintos servicios municipales para actuar rápida y eficazmente en las calles y viviendas afectadas por el agua. Sin duda, muchos de estos males se podían haber evitado de contar con los medios y la disposición necesaria. Por ello, el contenido este artículo no solo pretende reflejar la despreocupación y la improvisación que han presidido la intervención del gobierno PP-PSOE en este importante asunto, sino que lo principal es analizar las cosas que se han hecho mal, a destiempo o simplemente no se tenían preparadas precisamente para aprender de los errores, sacar conclusiones y plantear soluciones de cara al futuro.

Previsión frente a improvisación

El año pasado, las instalaciones deportivas del Puente Pepete y parte de la calle Huelva se inundaron por el mal estado de las compuertas que cierran las tuberías que vierten al Siete Arroyos. Este año, la misma zona volvió a anegarse. En esta ocasión, las bombas de achique no estuvieron dispuestas hasta varias horas después de que el agua invadiera la zona entrando en sótanos y almacenes. De igual manera,  cuando se intentó encender los motores de las bombas instaladas en el muro junto a la nave de la Cabagata de Reyes, éstos se encontraban atascados por el lodo y los materiales que arrastra el arroyo después de un año sin mantenimiento, lo que demoró su puesta en marcha.

Lo que demuestran estos episodios es que los medios materiales y humanos de los que dispone el Ayuntamiento tienen que estar a punto ante las inclemencias climatológicas y las catástrofes naturales, sobre todo, si se conocen con antelación. Porque efectivamente, todo esto es previsible. La intensidad de las lluvias, la crecida de los ríos y en definitiva, la situación de alarma es comunicada a los Ayuntamientos por la Delegación del Gobierno. Sin embargo, todos los hechos revelan que los responsables municipales no tomaron ni una sola medida de prevención ni había nada dispuesto. Así por ejemplo y ya estamos entrando de lleno en las propuestas que debe abordar un Plan de emergencia, a través de la policía local o de los servicios municipales debe informarse al conjunto de la población y especialmente a los vecinos de las zonas afectadas. Simplemente esta actuación haría que estos vecinos al menos tomen las precauciones necesarias para proteger y poner a salvo del agua materiales y enseres. Hay que tener en cuenta que este año varios vehículos aparcados en la calle de la Cabalgata fueron cubiertos por la riada y tuvieron que ser rescatados por un camión grúa. Estos son daños importantes y podrían evitarse con un procedimiento de información organizado y puesto en marcha desde el Ayuntamiento de forma automática.

Así mimo la limpieza de los husillos e imbornales, tapas de registro, etc, especialmente en las calles y espacios más vulnerables, tiene que estar terminada para la época de lluvias. Esto ayudaría a que el agua de lluvia torrencial no se convierta en un río en superficie, como ha ocurrido estas navidades en la calle Avenida del Águila.

Más inversiones hidráulicas

Mantenimiento de instalaciones y maquinaria, alerta y coordinación de policía local, protección civil y otros servicios municipales, designación de responsables para cada una de las tareas, etc. Todas estas cuestiones son responsabilidad del Ayuntamiento y pueden y deben estar programadas para intervenir ante la subida del caudal del río y de los arroyos. Pero paralelamente, el Plan de Emergencia debe contemplar un estudio de las nuevas inversiones en infraestructura hidráulica que hacen falta, así como comprobar el estado y la posible adecuación de los elementos existentes, como el cauce del Siete Arroyos o el muro de defensa del río.

El cauce antiguo del arroyo se encuentra completamente obstruido por el follaje natural, los ramajes, el barro y por los vertidos y acumulación de escombros. Esto produce que el canal se estreche en gran parte del recorrido y dificulte, incluso tapone el curso del agua. Se necesita una limpieza integral y recuperar el cauce ocupado por los escombros. Respecto al muro de defensa, hay que comprobar la solidez y el estado de conservación especialmente en sus tramos más castigados por las últimas crecidas, como ocurre en la zona de la barriada San Sebastián, donde, incluso, debe proponerse la redacción de un proyecto para recrecer la altura del muro. Son obras importantes que requieren de la implicación del gobierno autonómico. Precisamente, a raíz de las últimas inundaciones en varias poblaciones de la provincia, la Junta de Andalucía ha creado una mesa con representación de los pueblos afectados para atender los proyectos encaminados a solucionar estos problemas y donde sabemos que no está Villaverde debido a que ni a la alcaldesa ni a ningún miembro del gobierno municipal se le ha ocurrido solicitarlo.

Sobre la incorporación de maquinaria, también la experiencia debe servir de guía. Hay que contar con generadores eléctricos para que las bombas continúen funcionando en los cortes de luz (algo, por cierto, muy frecuente en Villaverde) y bombas de achique para ponerlas a disposición de la población en aquellas viviendas y almacenes donde penetre el agua. En cualquier caso, será la comisión que se cree, con el asesoramiento de los técnicos responsables, la encargada de estudiar qué otras obras o inversiones son necesarias además de las que estamos proponiendo.

Una comisión con la participación de los vecinos afectados

Sin duda esta es una de las claves para que se cumplan estos compromisos: la creación de una comisión, como la que hemos propuesto en el Pleno, donde participen, con voz y con voto, vecinos representantes de las zonas afectadas por las riadas elegidos por las asambleas de vecinos de sus respectivas calles. Esta es la única garantía de que se acometan las reformas y las inversiones necesarias y de que las instalaciones y los servicios de emergencia se encuentren dispuestos en caso de emergencia. Con toda seguridad, estos vecinos, que han sufrido los efectos de las inundaciones, estarán muy atentos para que cada medida del Plan esté a punto cuando llegue el momento.

Enrique Casas.