agosto 2007


ENTREVISTA a Santiago Jiménez, candidato más votado en las elecciones municipales en Villaverde del Río La Voz del Pueblo.- ¿Cuáles son las claves que a tu juicio han hecho que IU sea la lista más votada en estas elecciones? S.J.- Creo que el pueblo ha reconocido el trabajo que venimos realizando al frente de los trabajadores y de la juventud. En las fábricas, las barriadas, las asociaciones, etc, allá donde nos han necesitado hemos intervenido en defensa de los derechos de los trabajadores y los vecinos en general, atendiendo a todo el mundo por igual. Este trabajo paciente orientado a la clase trabajadora y la juventud es el que ha conseguido movilizar de forma masiva un voto obrero hacia nuestras filas, tanto de simpatizantes socialistas como comunistasEsto desmonta todos los bulos inventados por gente interesada acerca de que hemos recibido los votos que ha perdido el Partido Popular. La simpleza de esta afirmación no va más allá de la mera suma y resta de concejales: IU gana un concejal y el PP lo pierde, pues ya está la solución al misterio. En fin, dejemos a esta gente poco seria con sus pensamientos. Por nuestra parte, ofrecemos los datos en los que se apoya nuestro análisis. IU ha ganado por mayoría absoluta de los votos en las cuatro mesas del Cerro y del Barrio, es decir, en las dos barriadas obreras por excelencia. Entre estas dos barriadas sumamos el 60% del total de nuestros votos. Si sumamos además las tres mesas centrales, obtendríamos el 90% de los votos de Izquierda Unida. Por el contrario, en las dos mesas del colegio Dña Amparo, donde el PP obtiene la mayoría de sus votos, IU sólo saca el 10%. Si alguien quiere una explicación razonable sobre el fiasco del PP, que consulte el índice de participación en estas mesas, hasta 6 puntos por debajo de hace cuatro años.Insisto, IU es la primera fuerza política de Villaverde gracias al apoyo de amplias capas de la clase trabajadora. Esto, por supuesto es un libro cerrado con siete llaves para aquellos que jamás se acercan a los trabajadores excepto para pisotear sus derechos. De esta especie podemos encontrar bastantes en el actual gobierno del Ayuntamiento. L.V.P.- Sobre eso queríamos hablar. A pesar de que la izquierda en Villaverde ha conseguido una victoria abrumadora en estas elecciones municipales, 11 concejales frente a sólo 2 del PP, no ha sido posible constituir un Ayuntamiento de izquierdas, repitiéndose el mismo gobierno PP-PSOE. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Santiago Jiménez.- A pesar de los esfuerzos que hemos hecho para garantizar un Ayuntamiento de izquierdas, se ha reeditado el gobierno municipal PSOE-PP. La entrada por la puerta de atrás de la derecha en el Ayuntamiento de Villaverde es una traición al pueblo en general y al voto socialista en particular, que sólo responde a los intereses de la burocracia local del PSOE para mantener el sillón a cualquier precio. Nadie puede achacar a IU la responsabilidad de esta maniobra y a los hechos nos remitimos. En todos nuestros actos públicos y mítines, en todos los documentos electorales y periódicos hemos señalado nuestra negativa a negociar con el PP. Al día siguiente de ganar las elecciones entregamos una carta al secretario local del PSOE donde llamamos a un pacto entre nuestras dos fuerzas, una carta que fue publicada y repartida casa por casa. En estas circunstancias, los representantes del PSOE tuvieron que hacer algo que no entraba en sus planes, reunirse con nosotros. En la reunión, cuyo contenido está grabado, planteamos la necesidad de un gobierno IU-PSOE, que defienda un programa de izquierda desde el Ayuntamiento, especialmente en cuestiones como el acceso a la vivienda. En este sentido, les invitamos a que hicieran una declaración pública rompiendo cualquier tipo de relaciones con el PP. Nuestra petición era totalmente legítima. Nosotros ya lo habíamos hecho. Nos contestaron que de ningún modo. Su intención era sentarse con el PP, “un partido democrático, con cuyos integrantes se llevaban muy bien y con los que no tenían ninguna diferencia de programa”. La convocatoria de la manifestación el día 13 de Junio fue un paso más en nuestra lucha por defender la bandera de la izquierda y por el respeto a lo que el pueblo ha votado, como rezaban las pancartas en esta ejemplar manifestación que congregó a más de 700 personas. L. V. P.- A nivel estatal hemos podido observar nuevamente todo tipo de pactos entre los representantes de la izquierda y la derecha. Sin embargo, IU de Villaverde e ha mantenido firme en defensa de un Ayuntamiento de izquierdas, en la necesidad de frenar el paso a la derecha aún a costa de perder la alcaldía. ¿Por qué mantenéis esa actitud de principios frente a la derecha y cómo la lleváis a la práctica? S. J.- La política de pactos es consecuencia de la política general que desarrolla un partido. Nosotros pensamos que los pactos con la derecha, con sus partidos tradicionales, tanto si los hace IU como PSOE, son contrarios a los intereses de los trabajadores y la juventud. Es imposible llevar a cabo un programa de clase o al menos un programa consecuente de izquierda de la mano del PP. Está claro que mantener estos principios exige sacrificios y si no que nos lo pregunten a nosotros cuando son ya dos alcaldías consecutivas las que hemos perdido por defender nuestras posiciones. No sólo hemos rechazado cualquier tipo de negociación con el PP sino también los ofrecimientos que nos han llegado de este partido asegurándonos la alcaldía a cambio de “unas delegaciones para ayudar a nuestro pueblo”. ¡Qué modestos!. ¿Y no será por casualidad una de “esas delegaciones” la de Urbanismo y Vivienda, para continuar la política de saqueo de las rentas de los trabajadores, de mantener endeudada de por vida a la juventud para poder acceder a un bien básico como es la vivienda?. Poner estos y otros recursos en manos de partidos que sólo rinden cuentas al capital es un crimen. Y colaborar con esta política, una traición consciente o inconsciente a los intereses de la clase trabajadora. En Villaverde hemos sido capaces de crear una asociación de jóvenes y trabajadores con un programa claro en materia del derecho a una vivienda digna, pública y asequible. En la base de este programa está la expropiación de los terrenos necesarios para la construcción de estas viviendas, ¿alguien piensa que una alcaldía sostenida por el PP va a consentir esta medida?. En estas circunstancias, una alianza con la derecha sólo puede producirse a costa de traicionar las esperanzas de todos estos jóvenes. 100 veces que nos ofrecieran la alcaldía en estas condiciones, 100 veces que la rechazaríamos. L. V. P.- En el programa electoral de IU proponíais toda una serie de mejoras para el pueblo, guardería municipal, viviendas asequibles para jóvenes y trabajadores, etc, Después del acuerdo PP-PSOE, ¿cómo pensáis seguir luchando por estas conquistas tan necesarias? S. J.- La lucha por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores no empieza ni acaba en el Ayuntamiento. El Ayuntamiento va a seguir en manos de una pandilla reaccionaria que no garantiza ninguna solución y donde el PP marcará la pauta de la política económica y urbanística, así que esperamos nuevas privatizaciones, venta de patrimonio público, recalificaciones, pelotazos urbanísticos, aumento de impuestos y todas estas medidas “responsables” que tienen como objetivo favorecer los intereses de los poderes económicos. Pues bien, tendrán enfrente a nuestra organización política y sindical, con los métodos del marxismo revolucionario que venimos desarrollando, organizando a las barriadas, las asociaciones de vecinos y los centros de trabajo en asambleas democráticas como órganos de lucha y de reivindicación. Lucharemos por las mejoras que necesita nuestro pueblo y que recogíamos en nuestro programa electoral apoyándonos en al calle, en la movilización de los vecinos, en sus legítimas aspiraciones. La fuerza de nuestros 6 concejales reside precisamente en esta política que combina los métodos parlamentarios, en el Ayuntamiento, con los extraparlamentarios, en las barriadas y en las fábricas. Esta es la política que ha conseguido el apoyo mayoritario entre la población de Villaverde en estas elecciones y es la política que seguiremos defendiendo.

     Mi más sentido homenaje a todos aquellos que fueron arrebatados cobardemente de sus familias, torturados, vejados y finalmente asesinados por haber cometido el “crimen” de defender la libertad, la legitimidad de un gobierno elegido democráticamente. Víctimas algunas que pudieron ser encontradas por sus familiares pero que otras muchas continúan desaparecidas en los cientos de fosas comunes, las fosas del silencio, esparcidas por toda la geografía española. Pero ambos, encontrados y desaparecidos, tienen algo en común que duele aún más: el ser enterrados dos veces. La primera tras sus asesinatos y, la segunda, al estar sepultados en la memoria de todo un pueblo.     Recuperar la memoria histórica no consiste en conocer fechas o datos, no es coger una pala para desenterrar una hebilla o un botón. La memoria histórica es otra cosa. La historia de un pueblo no es lo que ese pueblo ha vivido, sino lo que ese pueblo recuerda y cómo lo recuerda. Por ello, la memoria histórica es un recuerdo colectivo, es no olvidar lo aprendido, muchas veces con sangre, en el pasado para no cometer los mimos errores en el camino hacia el futuro. Pero, si el recuerdo no incluye una visión de conjunto, una reflexión serena sobre las circunstancias que causaron o motivaron los hechos del pasado, ese recuerdo puede convertirse en un velo que nuble el buen entender.     De entrada hay dos tipos de memoria histórica, dos sujetos colectivos: la de los pueblos y la de las clases dominantes. La memoria de los débiles, de los oprimidos, es muy peligrosa, pues recordar que un día fuiste libre es peligroso para el que se aprovecha de tus cadenas. Por eso prevalece la memoria de los poderosos; para ellos no es necesario determinar los hechos históricos ya que sólo les interesa que se sepa el resultado final: “quien se enfrenta a nosotros sucumbe y sólo traerá la desgracia para él y los suyos”. Por el contrario, la experiencia de los pueblos es un instrumento básico e imprescindible para identificar las causas de la opresión, del dolor, de la guerra, de la dominación. Un pueblo que guarde memoria histórica es un pueblo dueño de su destino. Y eso es algo que algunos consideran necesario impedir y tienen los recursos sociales, políticos y económicos para lograrlo. Basta con aniquilar los símbolos, el lenguaje, vaciar la educación y la vida colectiva de cualquier reseña hacia el pasado de este país para lograrlo.     Buena parte de culpa en la pérdida de memoria histórica la tiene nuestra inmodélica transición política que siguió a la muerte del dictador. Como consecuencia del enorme dominio que la clase conservadora tuvo en el proceso de transición en España y de las concesiones de la izquierda en aquel proceso, han existido dos versiones muy generalizadas de lo que fue y significó el golpe militar de 1936, la dictadura que instauró y la transición a la democracia. La primera considera que el alzamiento y la dictadura fueron necesarios para restablecer el orden y corregir la situación intolerable creada por la República. Esta versión puede llegar a aceptar que la represión, en ocasiones, fue excesivamente fuerte y que el periodo dictatorial fue, quizás, demasiado largo, circunstancias éstas que no invalidan lo positivo que fue para España la existencia de este golpe militar y su régimen. Esta postura está ampliamente extendida por entre la cúpula del estamento conservador de la sociedad aunque no se nos muestre así en los medios de comunicación, que de una u otra forma controlan, y se expresa resistiéndose a condenar el régimen franquista y oponiéndose a la retirada de monumentos al dictador u otras figuras relevantes de aquel régimen , así como homenajeando a sus protagonistas intelectuales, políticos y religiosos.     La otra versión, muy extendida en círculos que se autodefinen como centristas, es la que considera que el conflicto de 1936-39 fue una Guerra Civil entre dos Españas, una Nacional y otra Republicana, en la que los dos bandos cometieron atrocidades y que es mejor olvidar. Se considera que con la Constitución de 1978 desaparecieron las dos Españas y que los vencidos en aquella guerra han sido maltratados y deben ser reconocidos y homenajeados de la misma forma que los vencedores lo fueron.     Ambas versiones, sin embargo, obedecen a sus intereses de clase y responden al enorme poder de las fuerzas conservadoras en España. La realidad histórica no se nos enseña en las escuelas ni en los medios de comunicación, obviamente controlados por estas fuerzas empeñadas en sepultar cualquier iniciativa de demostrar la otra realidad. La República española fue uno de los intentos más profundos de modernización de una de las estructuras sociales más opresivas de toda Europa en los años 30. Pero sus tentativas de reforma siempre chocaron con los intereses corporativos (terratenientes, grupos empresariales, la banca, la iglesia, ejército, etc) y con las clases sociales de renta alta y media alta, que respondieron a través del ejército, con un golpe de Estado que interrumpió la modernización de España, imponiendo un gran retraso económico, social, político y cultural al país durante cuarenta años que, cuando el dictador murió, habían convertido a éste Estado en el más subdesarrollado de Europa. No fue, por tanto, una mitad del país contra la otra, sino una minoría frente a la mayoría de la población. De ahí que los golpistas obedecieran a un plan de aniquilación perfectamente trazado y exterminaran al mayor número posible de trabajadores y militantes de izquierda con el objetivo de mantenerse en el poder. En tal régimen dictatorial atrocidades perpetradas por el gobierno nazi alemán, el fascista italiano, el régimen militar chileno y argentino (todos ellos denunciados hoy por todo el mundo), se dieron con creces para hacer del terror política de Estado.     Sería justo y necesario para mejorar la cultura democrática de este país condenar el régimen franquista y prohibir que se le homenajeara, retirar sus monumentos y placas conmemorativas pues, que se sepa, en Alemania no existen monumentos a Hitler, ni en Italia a Mussolini, ni en Argentina, ni en Chile a sus dictadores. Por cierto, según palabras de Pinochet, Franco fue su padre espiritual. Pero ojo, la condena y prohibición del homenaje al franquismo no implica tampoco que deba ocultarse la verdad de lo que ocurrió.     La verdad en España ha estado oculta por la amnesia que acompañó  a la amnistía y que ha dañado enormemente a la memoria histórica de éste país. Es verdad que ahora empiezan a aparecer libros, en el ambiente académico, que documentan la naturaleza represiva de aquel régimen, pero su difusión es muy limitada y siempre fuera de los programas oficiales de enseñanza. Así que lo que prevalece en las mentes populares es la versión televisiva de la historia, muy manipulada e influenciada por los intereses de conservadores y de políticos burócratas poltroneros.     La falta de compromiso político para recuperar la memoria histórica ha empobrecido enormemente la democracia española, y fruto de esa actitud es lo que les ha ocurrido a los familiares de los desaparecidos del bando republicano, que durante 25 años han estado solicitando al rey y a los distintos presidentes del Gobierno que los ayudaran en las tareas de búsqueda sin que ninguno de ellos les respondiera satisfactoriamente. Finalmente las Cortes Españolas aprobaron una resolución instando al Gobierno a ayudar a tales familias y reconociendo a las víctimas del franquismo. Sin embargo quedó de nuevo demostrado el enorme poder que las fuerzas conservadoras aún tienen en las instituciones democráticas cuando tal resolución, además de no condenar explícitamente y por su nombre el alzamiento militar y la dictadura, sugiere que se evite utilizar el reconocimiento de las víctimas para “reactivar viejas heridas y remover el rescoldo de la confrontación civil” asumiendo que se puede homenajear a las víctimas sin denunciar a sus asesinos.

     Supongamos ahora que España hubiera tenido otra transición y no la organizada por las fuerzas herederas del franquismo. Hoy España sería una república, con una cultura antifranquista democrática bien establecida; con unos medios de información y persuasión menos conservadores y más plurales; con una memoria histórica viva y enseñándose en todas las escuelas lo que fue la dictadura, su represión y el atraso que dejó; con reconocimiento y homenaje a los que lucharon contra el fascismo y la dictadura, y que tendrían calles con su nombre como sucede en Italia, Alemania y Francia; con un ejército que tomaría como ejemplo a los que permanecieron fieles a la República y no a los que se sublevaron, con una Iglesia que habría pedido perdón, no sólo a Dios, sino  también al pueblo español, por su apoyo al golpe militar y a la dictadura; con unas izquierdas menos moderadas y más fuertes, y con una constitución más progresista que además reconocería la multinacionalidad de España. Fdo.Enrique Casas

 

                EL G-8: LA RAPIÑA INSTITUCIONALIZADA Como ya suponíamos, en la última cumbre del G-8, los países más poderosos del mundo (Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón Rusia y USA) volvieron a defraudar a miles de millones de habitantes de este planeta, que año tras año e ingenuamente, esperan la llegada de unas ayudas que nunca les beneficia a ellos, y la materialización de unas promesas de desarrollo, más cercanas al desembarco imperialista en estos países que a un verdadero deseo de solidaridad y cooperación de sacar a estos seres humanos de la miseria que los envuelve.      Gleneagles, Escocia, fue el lugar escogido en esta ocasión para tal evento y como siempre, en un perímetro de varios kms. se instauró poco menos que un estado de sitio para evitar las masivas manifestaciones y actos de protesta contra el capitalismo y su hermano mayor, el imperialismo. Tras tres días de reuniones, de buen comer y beber, se emite un comunicado en el que poco mas o menos se dice que la pobreza, el hambre, el analfabetismo, etc son unas lacras sociales muy nocivas y que hay que combatirlas, ser solidarios e instaurar programas de desarrollo sostenible. Todos los años nos dicen lo mismo y, como decía una canción, la vida sigue igual. ¿Quién se cree esto?. ¿Quién se cree que los principales países capitalistas van a estar tres días reunidos aguantando el chaparrón de críticas y movilizaciones por todo el mundo para emitir semejante pamplina de comunicado?. La realidad es bien distinta.     Estos líderes mundiales, que no representan ni mucho menos lo deseos de la gran mayoría de sus pueblos, no son más que lacayos del capital, fieles servidores de los intereses de las grandes multinacionales y de los imperios financieros que en sus reuniones se reparten el gran pastel del mundo en forma de áreas de influencia política, económica y militar para la obtención de pingües beneficios empresariales. Y todo ello adornado cínicamente con mensajes institucionales cargados de buenas palabritas e intenciones que ya mucha gente comienzan a cuestionar.     Parece ser que el tema central de su reunión fue Africa, para la que se anuncia una ayuda de 25.000 millones de dólares para el año 2010. Suponiendo que llegara (aún no lo han hecho las de otros años) lo haría después de haber muerto millones de personas  de hambre y enfermedades en estos cinco años, y luego está el problema de a quién se beneficia con ese dinero ya que éste va de gobierno a gobierno, muchos corruptos, o bien se destina a subvencionar a las empresas europeas o americanas allí instaladas. También se habló de ayudas para el desarrollo agrícola, sin embargo, no se hizo mención alguna a los subsidios que otorga la UE y USA a sus propios productos, perjudicando a los cultivadores africanos a la hora de poder exportar sus cosechas a occidente. Además, ofreció su apoyo a iniciativas para impulsar al sector privado, condicionando la ayuda económica al desarrollo del proceso de privatización de los sistemas productivos. ¿Quién aprovechará mejor la privatización en Africa que las empresas estadounidenses y europeas? El grupo de los ocho apela al chantaje abiertamente exigiendo la privatización y haciendo de ella la panacea universal contra la pobreza sin querer reconocer que los procesos de privatizaciones rápidos y sin limitaciones terminan arruinando y expoliando las economías (echemos un vistazo a los países del este de Europa, donde la pobreza y el desempleo han alcanzado cotas inimaginables hace 20 años).     La receta para solucionar el problema del mundo árabe, según ellos, radica en la democratización y liberalización económica de estos países, lo cual resolvería las dificultades de esta zona y también las que éstas causan a occidente. Curiosamente, llevan 60 años intentando solucionar este problema de la misma forma y lo único que hacen es empeorar la situación, pues la democracia burguesa y la liberalización económica no son medicinas curativas contra estos problemas, son más bien calmantes pasajeros, en el mejor de los casos, que lo que realmente hacen es prolongar la enfermedad. Lo que hay que tener claro es que todo tipo de ayuda que esté catalizada por el sistema capitalista será inútil, como así se está demostrando una y otra vez pues su única razón de ser es la obtención de beneficios y no sacar a la humanidad de la miseria y el hambre.     Así, a Palestina destinan una partida de 3.000 millones para conformar un gobierno “democrático”, la creación de infraestructuras, camino e instalaciones portuarias y aeroportuarias, así como a sufragar los gastos del general retirado USA William Ward como asesor sobre reestructura y mejora de los dispositivos de seguridad. Como podemos ver, estas son las demandas de influyentes compañías que hacen negocios en Medio Oriente y no las de un pueblo que padece la guerra, el hambre y la miseria.     De igual modo, recomiendan mejorar los procedimientos de gobierno, fortalecer el estado de derecho, combatir la corrupción, promover la igualdad de las mujeres y liberalizar los medios de comunicación, pero no deja de llamar la atención que tras estos consejos continúan elogiando a países como Marruecos, Jordania y Bahrein que no son precisamente modelos de democracia y derechos humanos pero sí aliados de occidente en la zona. Aún es más descarada la intención cuando, y cito textualmente “instamos a aumentar el progreso….incluyendo la inversión privada”, “creación de una sociedad de empresas privadas de Medio Oriente y América del Norte, el lanzamiento de un grupo de inversiones..”. Como podemos apreciar, no es la ayuda a los pueblos lo que les mueve sino hacerse con el control de estas economías.     Tras postular “ayudas” similares para Sudamérica se abordó el tema del medio ambiente, cuestión ésta ante la que el gobierno USA no quiso saber nada negándose de nuevo a firmar el “protocolo de Kyoto”. Estados Unidos emite a la atmósfera la cuarta parte de los gases contaminantes del mundo, negándose a reducirlas  argumentando el perjuicio a su economía y, de paso, dejando ver cuales son sus prioridades. Pero no es el único. El resto de sus secuaces, entre ellos España, tampoco aportan demasiado, ya que, si bien es cierto que tienen una legislación sobre el tema, las penas no se corresponden con los delitos (una empresa por incumplir la ley obtiene grandes beneficios, puede pagar la multa y aún continúa con balance positivo).     Para terminar y,  a modo de epílogo, podemos sacar la siguiente conclusión: el capitalismo, se disfrace como se disfrace, siempre tendrá como objetivo la obtención de beneficios. Para cualquier estado que se apoye en la gran banca, las grandes multinacionales, latifundistas, inversores,etc, temas como el hambre, la pobreza, las enfermedades, la educación, el medio ambiente no son más que  temas secundarios que no les afecta a ellos directamente a menos que se den las condiciones para que puedan invertir y establecer sus empresas y rapiñar a sus anchas. Es aquí precisamente donde radica el problema. Después de décadas de intentos por salir de la miseria bajo el capitalismo, ningún sólo país del llamado Tercer Mundo lo ha logrado, es imposible ya que es en estos países subdesarrollados donde las contradicciones del capital son más visibles pues la búsqueda de mayores beneficios obliga a jornadas laborales de 18 horas, sueldos por debajo del nivel de pobreza, sin seguridad social ni cobertura médica, agresiones medioambientales,etc.     Ante esta situación podemos comprender estas cifras: cada día mueren más de 30.000 niños de hambre, más de 100 millones viven en la calle, 250 millones de niños son obligados a trabajar, 1.200 millones viven con menos de 1$ al día, 2.400 millones con menos de 2,50 $; en 1982 el Tercer Mundo debía 780.000 millones $, en el 2001 ya eran 2 Billones $ y en el 2.004 se alcanzaron los 2 Billones 800.000 dólares. Si encima nos dicen que las 200 personas más ricas tienen casi la mitad de los ingresos del mundo, qué hacemos.     Debemos tener claro que no existe salida a este problema bajo el capitalismo, es más, es consecuencia de él. Sólo bajo el socialismo está la solución. La nacionalización de la banca y de los medios de producción, siempre bajo control obrero, pondría a disposición del pueblo lo que hoy en día les es robado. La riqueza y el fruto de su trabajo serían para todos y no sólo para una camarilla gobernante y las multinacionales. La racionalización de la plusvalía del trabajo posibilitaría la creación de infraestructuras, hospitales, escuelas, viviendas y no la “deslocalización” de capitales o la especulación financiera, que son los auténticos puñales que laceran y sangran a los pueblos de este mundo. Fdo.Enrique Casas Rodríguez